El ciclo de vida de una marca, se puede ver en 4 etapas:

1. Fase de introducción

Como es de esperarse, cuando una marca es nueva, recién inicia el proceso de introducción al mercado. Aquí la empresa no es rentable, incluso puede estar en números rojos. Aquí es recomendable destinar un buen presupuesto en publicidad para lograr una mayor y rápida penetración en el mercado donde pertenece.

2. Fase de crecimiento

En esta etapa las ventas empiezan a subir y el interés de potenciales clientes también. Será importante brindarle el apoyo al producto o servicio para que le permita mantenerse en ese crecimiento. Para eso podrías optar por aumentar los canales de distribución, aumentar la publicidad y enfocar el objetivo en la imagen de marca, agregar más características relevantes al producto o aumentar las características de tus públicos objetivos. 

3. Fase de madurez

En esta etapa las ventas se empiezan a ralentizar o logran la estabilidad esperada en el mercado. Pero ojo, no quiere decir que debes bajar la guardia. Al contrario, debes defender la participación de la marca en el mercado ya sea con precios competitivos o con publicidad frecuente. Aquí probablemente ya llegues al tope del crecimiento, por lo que podrías optar por entrar a otros segmentos del mercado, captar clientes de la competencia y establecer una estrategia de branding para mantener o aumentar el posicionamiento de la marca. 

4. Fase de declive

Esta es la fase final de una marca, las ventas disminuyen, aparecen nuevos competidores e incluso tu producto ha sido sustituido por otros. La estrategia clave para superar esta etapa es sustituir el producto o realizar  un rebranding que permita refrescar y actualizar la percepción que se tiene actual de la marca. 

Toma en cuenta que el mercado evoluciona, las personas evolucionan, por lo tanto tu marca también debe evolucionar.

Así debe lucir el ciclo ideal de una marca

¿Hace cuánto tiempo no realizas una actualización de la imagen de tu marca?

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